viernes, 15 de enero de 2016

Cuadernos de Pedagogía, No 463, 1 de ene. de 2016, Editar Wolters Kluwer
DESDE MI SITIO
¿Por qué este título?
Eugenia Jiménez Gallego Orientadora de Secundaria
y profesora de Educación Emocional.
http://esistemica.blogspot.com.es
El título de mi columna no podía ser otro. Y es que esa frase resume lo más importante que he aprendido en los últimos años. Solo puedo ser útil al alumnado desde mi sitio, respetan- do los límites de la posición que ocupo en mi centro. Cuánto me cuesta. Cuánto nos cuesta a tantos docentes vocacionales.
Porque, llevados por nuestra necesidad de ayudar, cuando un chico nos cuenta sus problemas, lo adoptamos en nuestro corazón. Y entonces podemos salirnos del espacio de docentes y ocupar el de la familia. Justamente porque nos implicamos en nuestro trabajo, cuando citamos a sus padres podemos terminar dándoles lecciones sobre cómo ejercer su paternidad. Porque amamos la enseñanza, cuando otros compañeros no siguen nuestra línea de trabajo podemos embarcarnos en una cruzada para cambiarlos, invadiendo su espacio. Al trabajar así es fácil que terminemos sintiéndonos agotados, frustrados, porque no conseguimos lo que pretendíamos. En lugar de avances es posible que generemos resistencias, y que nos rindamos a la idea de que los hijos seguirán siendo fieles a la ley de su familia, para bien o para mal. Sin embargo, desde mi puesto de docente puedo hacer muchas pequeñas grandes cosas. Llenar mis clases de significado. Prestar a mis estudiantes los apoyos que requieren en su aprendizaje. Como tutora también puedo llamar con frecuencia a sus padres para compartir con ellos las necesidades que expresan sus hijos, pero empatizando no solo con los menores, sino con la realidad de todo su sistema familiar. Derivar a otros profesionales si necesitan más ayuda. Y como compañera puedo compartir mis prácticas, así como sumarme a los proyectos colectivos, aunque no se correspondan con mi ideal.
La psicología y la pedagogía sistémicas me han enseñado que después de hacer lo que me toca solo me queda esperar lo que se haya movido en los otros, respetando sus decisiones. Desde ese sitio, recuperaremos energía y dulces sorpresas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario